El Paso Doce, contiene tres ideas principales:
Un despertar
espiritual.
Pasar el mensaje.
Aplicar los
principios espirituales en todas nuestras acciones.
Un despertar espiritual
Para mí, un despertar espiritual es haber
podido al fin experimentar el lado claro de la vida. Sabiendo que vivimos en un
mundo dual en donde no existe arriba sin abajo, izquierda sin derecha, frío sin
calor, no comprendía por qué vivía únicamente el “lado oscuro de la
vida” y contemplaba lejano y distante el “lado iluminado de la vida”.
Siempre pensé que sólo podrían acceder a ese lado
maravilloso de paz, serenidad, alegría, gozo, plenitud, otro tipo de
personas, tal vez con más dinero o mejor posición económica que yo, o que
tuvieran algún conocimiento especial, o que fueran de algún lugar en
particular, o que hubiesen alcanzado algún logro para destacar. No se me pasó
por la cabeza que llegar a vivir de esa manera fuera posible viviendo un
programa espiritual. Es más, ni siquiera sabía que existía uno.
Entonces, se hizo cotidiano, habitual y normal, vivir
en caos, crisis, sufrimiento, ansiedad, angustia, vergüenza, desesperanza,
dolor, miedo y otros sentimientos que están del lado “oscuro de la vida”. Los
aprendí, los repetí innumerables veces hasta hacerlos parte de mi ser.
Los enseñé, los heredé y trataba de mostrarle a cuanto personaje se acercara,
cómo se vivía dentro de este mundo hostil, de manera adecuada.
Sin embargo, para que exista la oscuridad debe existir
la luz. La una le da identidad a la otra. Y vivir el mundo oscuro hasta el
extremo, hace que más temprano que tarde, brille la luz en nuestro interior, en
nuestro exterior y en todas partes. Sólo rendirse al
tocar fondo, abre la puerta al lado iluminado de la vida. Y la luz de la Vida
cobra sentido y nos llena el corazón de emoción .
Habiendo primero vivido en oscuridad y penumbra, en
tristeza y desesperación solo contemplar la posibilidad de ver algo
distinto, una nueva opción, otra alternativa, en definitiva, la otra cara de la
vida, sin la que había vivido por tanto tiempo, hace de la experiencia de un
Programa Espiritual de Doce Pasos la mejor oferta.
Saber que la fuerza de un Poder Superior a mi, estaba,
está y estará disponible para mi amparo, para mi guía, para mi
consuelo, para darme todo ese amor que anhelaba a cada instante, tranquiliza y
reconforta el alma. Porque… finalmente, nunca estuve sol@. La Vida y la
Inteligencia Universal jamás han estado lejos de mi. En mi andar estaban mucho
mas cerca de lo que los pude sentir. Experimentarlos ahora, a la distancia de
un pensamiento de mí es ver que el milagro se ha realizado. Mis pensamientos
han cambiado, mis palabras han cambiado y mis acciones han cambiado. Ahora
experimento la totalidad de la Vida. Conozco ambos lados de la vida.
Pasar el mensaje
El mensaje es un mensaje de amor incondicional, de
esperanza, de claridad, de equilibrio, de libertad, para conmigo y con los demás.
El mensaje de que se puede vivir con calidad aunque la
persona adicta de nuestra vida siga o no consumiendo.
Que mi imagen fué desfigurada por el alcoholismo
y que por eso terminé creyendo de mí cosas horribles que llevé a cuestas por
muchos años.
Que soy un SER valioso, de naturaleza espiritual y que
mi valor no depende de mis logros.
Que sólo es una mera opinión aquello de que "no
eres bueno para nada". Tengo muchos talentos y virtudes pero no siempre
cumplo con las expectativas de los otros y así está bien.
Que me puedo encargar de mis propios asuntos, ser auto
suficiente y asumir en control de mi vida.
Que no necesito ofrecerme como víctima ni manipular o
suplicar para encontrar amor.
Que jamás voy a entender las razones por las que bebe
un bebedor problema.
Que la forma como me tratan los demás no depende de mí
sino de lo que llevan en su alma, en su corazón y en su historia.
Que mis padres hicieron lo que pudieron, con el
conocimiento que tuvieron y las posibilidades que vivieron y que también tienen
su propia historia.
Que no es cierto que todo gira a mi alrededor.
Que no soy dueñ@ absoluto de la verdad. Cada uno hace
y vive la suya propia.
Que rendirse no es derrota sino dejar de luchar para
aceptar ayuda.
Que sexo no es amor. Sexo es sexo y el amor... lo
estoy aprendiendo.
Que no podré prescindir de los problemas. Pero que hay
una mejor manera de encararlos.
Que sól@ no podré enfrentar las dificultades que se me
presenten.
Que seré codependiente hasta el último de mis días,
pero no moriré a su merced. Podré controlar mi enfermedad aplicando todos los
Principios.
Que el alcoholismo no se cura. Se controla. Y eso
depende únicamente de quien padece la enfermedad.
Que mi enfermedad al igual que el alcoholismo es
progresiva y mortal. Así entre más rápidamente me comprometa con mi
recuperación, mas posibilidades tengo de no dejarla avanzar.
Que mi labor en el mundo no es convencer a nadie de
nada. Sólo dar mi opinión y sólo si me la piden.
Que una recuperación fortalecida se basa en reuniones.
literatura, y padrino.
Que ser hij@ de un padre alcohólico, también tiene
cosas positivas.
Que tengo derecho a equivocarme, a decir NO, a decir
SI, a cambiar de opinión, a preguntar, a expresar mis gustos y mis ideas, a
elegir, a sentir, a pensar, a hablar, y los demás tienen el mismo derecho.
Que no es verdad que haya sido "loc@".
Simplemente no tuve límites, nadie los conocía y aún me cuesta ponerle límites
a los demás.
Que la culpa y el sufrimiento no sirven, pero que
quedas atrapado en ellos si los mantienes vivos recordando todo el tiempo el
pasado, olvidándote del presente.
Que el amor más grande es el de Dios y después el amor
por mi mism@.
Que el mayor veneno emocional se llama resentimiento,
pero que puedes prescindir de él.
Que el antídoto para el miedo es la fe.
Que las relaciones con otros mejoran cuando la
relación con uno mismo mejora.
Que los demás me tratan según como yo me trate.
Que sólo podemos atraer a los iguales.
Que...
Hacen falta palabras y faltaría espacio para trasmitir
todo el mensaje que un Programa de Doce Pasos nos regala a través de sus
principios espirituales. Muchos sentimientos no se pueden poner en palabras
tampoco. Sólo la experiencia de vivirlo hace que también a través de nuestros
gestos, nuestra mirada, nuestro actuar, se trasmita el mensaje.
Aplicar los Principios Espirituales en todas nuestras
acciones.
Muchos de los que llegamos un día por problemas de
alcohol de algún familiar o amigo, hoy ya estamos lejos de su influencia. Sin
embargo sus efectos nos acompañan a través de nuestra vida y con la ayuda de
los principios espirituales, podemos llevar una vida con serenidad y paz.
No obstante, diversas situaciones ajenas al
alcoholismo, hoy están también presentes. Duelos, pérdidas, hijos ya adultos,
divorcios, quiebras económicas, cambio de vivienda, deudas, cambio de lugar de
trabajo, cesación del trabajo, menopausia, viajes,
vivir y dejar vivir, son buenos ejemplos de dificultades en las que un Programa
de Recuperación nos puede dar la mano para no hacernos la vida ingobernable.
El Programa nos invita al progreso no a la perfección. A medida que vayamos trabajando en nuestros defectos de carácter y en nuestras necesidades emocionales, iremos descubriendo nuevos aspectos de nuestro interior que también requieren de nuestra atención. Así ya el Programa deja de ser el apoyo para una situación de alcoholismo en particular y se convierte en un estilo de vida.
El Programa nos invita al progreso no a la perfección. A medida que vayamos trabajando en nuestros defectos de carácter y en nuestras necesidades emocionales, iremos descubriendo nuevos aspectos de nuestro interior que también requieren de nuestra atención. Así ya el Programa deja de ser el apoyo para una situación de alcoholismo en particular y se convierte en un estilo de vida.
Cambiar nuestros viejos hábitos de enfermedad por los
hábitos sanos de un Programa de Doce Pasos, mejorar nuestro contacto consciente
con Dios y poner regularmente nuestra vida y todos nuestros asuntos en Sus
manos para que nos muestre Su voluntad y nos dé las fuerzas para cumplirla,
hace que todas las áreas de nuestra vida se mantengan sostenidas por una Fuerza
más grande que yo, que seguramente podrá hacer por mi, aquello que no lograré
con mi voluntad y mi fuerza.
"Llegaremos a comprender
que ninguna situación es
tan difícil
que no pueda ser mejorada,
y que ninguna infelicidad es tan grande
como para no poder remediarla."
(Viviendo con un
alcohólico. Grupos de Familia Al-Anon Alateen)
Que la serenidad y la paz te acompañen a lo largo del camino, siempre.
ANNY L
No hay comentarios.:
Publicar un comentario