jueves, 13 de septiembre de 2018

MI PÉRDIDA Vs TU GANANCIA



"Prefiero que no ganes, a sentir que he perdido"


En las familias disfuncionales, el miedo a la pérdida está tan arraigado, que no se está dispuesto ni siquiera a pensar en la posibilidad de llegar a perder algo porque de inmediato surge en el interior un sentimiento de desasosiego e impotencia acompañado de una ira profunda hacia aquel o aquello que pida la pérdida.

Tal vez por ese vacío interior que acompaña a toda la familia, el perder algo es algo que crea un inmenso dolor y asalta la idea de que jamás se podrá llenar el vacío dejado por lo que se pierde. Muchas personas aceptan lo inaceptable en sus relaciones de pareja, precisamente por el miedo a la pérdida. Llegan al punto de aguantar y soportar malos tratos, pero jamás enfrentarán una pérdida.

Perder cualquier persona cercana o algún bien preciado, provoca delirium tremens como a cualquier adicto en recuperación. Y se convierte en un motivo de tire y afloje entre el que pierde y el que gana, al punto de la agresión y el ataque.

Sin embargo, del otro lado de la pérdida, está la ganancia del que ocasiona la pérdida. Es decir, por ejemplo, una situación en la que un hijo se debe ausentar de la casa para progresar en su trabajo, enfrenta dos sentimientos muy profundos: lo que perderán los padres al dejarlo partir y la ganancia de progresar en su vida personal..  ¿Qué hacer?.  Este es dilema que nos ocupa hoy. La pérdida de unos, Vs la ganancia de otros.

Situaciones como la anterior se nos presentan a lo largo de la vida y nos dejan en una encrucijada para poder elegir adecuadamente.  Muchos prefieren no enfrentar sus pérdidas, por lo que hay muchos que han tenido que vivir sufriendo las consecuencias de esas decisiones.  Otros han tomado la decisión de dar prioridad a la ganancia y han trabajo sus sentimientos de pérdida.  El punto es, que a mayor afectación por el alcoholismo y las adicciones, mas difícil será tomar la decisión adecuada. El egoísmo saltará y nos apresará al punto de cegarnos a ver que el bien de otros se puede lograr si enfrentamos nuestro sentimiento de pérdida.

La vida de las mascotas es otro ejemplo, en el que el dueño, sabiendo que su animal ya no tiene calidad de vida y que está sufriendo de enfermedad terminal, prefiere tenerlo en esas condiciones antes de enfrentar su pérdida sin pensar en la ganancia para el animal.

Hijos e hijas que deseando casarse no han podio lograrlo, porque su madre o su padre no pueden enfrentar la pérdida de su ausencia.

Estudios y trabajos que no se han aprovechado lejos de casa, porque nuestros seres queridos no pueden enfrentar sus pérdidas y prefieren que no obtengamos las ganancias.

Padres que por no enfrentar la pérdida de sus expectativas sobre sus hijos, hacen de estos seguidores de sus sueños, empresas y negocios.

Hijos que al no enfrentar la pérdida de su nido, pierden lo que se gana en fuerza y sabiduría enfrentando la vida.

Parejas que por no enfrentar la pérdida de su cónyuge, exponen a sus hijos y viven en situación de maltrato.

Padres que no por no enfrentar su pérdida, mantienen a hijos adultos muy mayores que no les aportan y que no han avanzado en la vida.

Personas que no por enfrentar su miedo a la soledad, están rodeados de personas que las lastiman y abusan de ellas.

Ganar es perder, dice alguna frase muy trillada. A veces cuando perdemos algo, otras personas y muchas veces nosotros mismos ganamos en calidad de vida, en alegría, en progreso, en abundancia y en serenidad y paz.

Pretender tener todo es una ilusión y para tener mejores relaciones debemos perder aquello que las impide y las frustra; perder para ganar el amor es abrirnos a una vida sin dolor ni reproches. No es verdad que al perder algo o a alguien nos vamos a desaparecer o ya no nos van a querer o no encontraremos otras personas que también nos amen. Cuando perdemos y luego vemos que la vida sigue y que a pesar de nuestra pérdida la vida continúa y muchas veces mejora, vamos poco a poco perdiendo el miedo a perder.

Dios en su infinita sabiduría no nos hará perder aquello que no podamos soportar. Y Su Fuerza estará en nuestro corazón para sobreponernos a perder. Las ganancias de los demás a veces dependen de nuestra pérdida. Y nuestro bienestar también exige de vez en cuando perder.

Vamos perdiendo nuestra infancia para ganar en adolescencia. Y luego la perdemos para ganar la adultez y más tarde la perdemos hasta llegar a la vejez. La pérdida es parte de la vida. No podemos pretender que todo permanezca para siempre. Es sólo nuestra forma de pensar y de actuar frente a la pérdida lo que nos hace daño y ocasiona daño a otros. Abracemos la pérdida y démosle la oportunidad de que nos muestre aquello que trae siempre oculto.


Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.


Anny L


























jueves, 3 de mayo de 2018

¿ Y TU... QUÉ PIENSAS ?



" La causa principal de infelicidad nunca es la situación, 
sino tus pensamientos sobre ella "
Eckhart Tolle


Muchas veces, cogemos nuestra cabeza a dos manos y nos preguntamos qué ha podido tener en la cabeza una persona que ha actuado, a nuestro juicio, inadecuadamente.

Sin embargo, la pregunta que no es tan frecuente es, qué tengo en la cabeza a lo largo del día y para muchos, lo que tienen en su cabeza en las noches. Nos hemos percatado de lo que vamos pensando, cuando vamos en el transporte público al trabajo, por ejemplo? Vamos tan absortos en nuestro pensamiento que no nos damos cuenta del paisaje que ha recorrido el bus hasta la llegada. Es como si sólo recordáramos el haber estado parados allí esperando la partida y luego la llegada. Pero, qué ha pasado en el medio?  Qué ha pasado entre el tiempo de partida y el de llegada?  A dónde he ido, que no recuerdo haber visto nada en el camino  aunque he ido con los ojos bien abiertos ?

Es la hipnosis del día a día. Vamos viviendo la vida a pedazos, porque el pensamiento se roba toda nuestra atención. El pensamiento le roba el condimento a las comidas, pues comer mientras estamos atorados con un pensamiento, priva al paladar de la delicia, al olfato de su buen gusto y a nosotros de un buen platillo.

Hablar con alguien, mientras pienso en cómo responder o qué cosa debo sugerir, le roba la atención a la conversación sincera y honesta. Ver televisión mientras rumiamos un pensamiento nos hacer perder el final y a veces la trama de la película.  Muchas planchas han quemado la ropa, se han rebosado las ollas en la cocina, se han quedado los niños en la escuela y mil otras situaciones han tenido que pasar, aquellos que no han prestado atención a lo que están haciendo y han sucumbido al embeleso de un pensamiento.

Ahora, que pensar esta bien por supuesto. Y pensar bien mucho mejor. Aquí me refiero al pensar obsesivo compulsivo que se apodera de todo, menos de lo que está pasando en el presente. Nos hemos dado cuenta de esos pensamientos ? A menudo son crìticas que jamás diremos a las personas que criticamos, recuerdos de algo que ha pasado, nostalgia por el ayer, ansiedad por saber qué vendrá en el futuro, la vida de los familiares y sus respectivas correcciones, suposiciones propias y ajenas de cómo deberíamos nosotros y los demás vivir la vida, y un sin fin de situaciones que ni son aplicables, ni son útiles, ni nos hacen bien.

Ese tipo de pensamiento se roba nuestra vida. Perdemos la oportunidad de entregarnos a lo que estamos haciendo. Nos priva la posibilidad de contemplar lo que va a nuestro paso. Divagar entre lo que pudo haber sido y no fué o lo que podría llegar a suceder es poco realista y nos quita la vida de ese momento.

Olvidamos dónde están las llaves, dónde dejamos el celular, si cerramos o no la puerta al salir, si dejamos las ollas en el fogón, la cita que no anotamos, por no prestar atención a lo que vamos haciendo en el momento y estar pensando en algo distinto mientras vamos haciendo las cosas.

El punto es, la clase de pensamientos que nos roban la atención. Historias maquiavélicas ?, películas de venganza ?, novelas románticas que nunca sucederán ?, cuentos de hadas ?, ciencia ficción del tercer milenio ?, misiones imposibles de realizar ?, comedias trágicas ?, recuerdos tristes del pasado ?, querer cambiar a alguien ?

Todos esos pensamientos se convierten en sentimientos. A menudo nos sentimos tristes y apesadumbrados, desmotivados y buscamos la razón de nuestro malestar en lo que alguien nos hizo o dejó de hacer. Pero nunca nos damos cuenta que estamos siendo presa fácil de nuestros pensamientos. Y que han sido ellos los que han causado todo ese desorden.

Lo común es hacerle caso al pensamiento. Llega y dice vé, y vas. Dice llámalo y los llamas. Dice come, y vas en busca de algo de comer. Dice es bueno o es malo y lo rechazas o lo aceptas. Pero es sólo un pensamiento  y verlo con claridad nos permite ser consecuentes o rechazarlo.

Hemos traído con nosotros a lo largo de la vida muchos pensamientos aprendidos y les hemos hecho caso a ciegas, sin evaluar conscientemente si son realidad o no. Que los gatos negros son de mala suerte, ha sido un pensamiento que ha causado una enorme matanza de gatos a lo largo de la historia, a los que la naturaleza les regaló por azar ese color.

La invitación hoy, es a que nos mantengamos atentos a nuestros pensamientos y veamos si en verdad vale la pena seguirlos. Darnos cuenta de lo que hay en nuestra cabeza es más importante que lo que haya en la cabeza de los demás. Si preguntas cómo te sientes en este momento, la respuesta estará en la calidad de tus pensamientos. No compremos pensamientos ajemos a menos que nos ayuden a crecer y a fortalecernos.

Si estamos vigilantes a nuestros pensamientos y cambiamos aquello que nos daña, podremos tener otra perspectiva de la vida y hacerla más amable para nosotros y todos los que nos aman.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre


Anny L.



















domingo, 11 de junio de 2017

¿PRINCIPE O SAPO?



¿Por qué vemos un príncipe, donde sólo hay un sapo?





PROYECCIÓN PSICOLÓGICA



Wikipedia nos la la siguiente definición de proyección psicológica:


La proyección es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias. En el caso de la proyección negativa, ésta opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. De esta forma, se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a ese objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera. Por su parte, la proyección positiva se da cuando el sujeto atribuye a otra persona cualidades dignas de ser admiradas, envidiadas o amadas; además, es un componente habitual —incluso necesario— en el proceso del enamoramiento. El tipo de proyección que el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la introyección que haga de sí mismo y su autopercepción.

https://es.wikipedia.org/wiki/Proyecci%C3%B3n_(psicolog%C3%ADa)



La proyección psicológica negativa, se puede ver en la ley de los espejos, cuando identificamos claramente que  los defectos y comportamientos  de los demás nos irritan.  Es en este momento en el que si hacemos consciencia sobre lo que sentimos y pensamos, comprendemos que en realidad aquello que critico y juzgo en el otro, es parte de mi comportamiento. Decir que María me odia, muestra que en realidad soy yo quien odia a María.  Decir que mis parientes son faltos de generosidad, apunta a que la generosidad no es una virtud de la que haga gala.

Sin embargo, en esta ocasión nos ocuparemos de la proyección llamada "positiva" que termina arruinando nuestras vidas y ocasionándonos múltiples problemas.

En ese tipo de proyección, el individuo proyecta sobre otro sus deseos o carencias, atribuyéndole a la otra persona características dignas de ser admiradas y amadas, pero que no tiene. 

Son muchas las carencias afectivas que se tienen al convivir con el alcoholismo activo de un ser querido, Así que es altamente probable que queramos desde nuestro inconsciente tratar de recuperar algo de afecto de alguna manera. Soñar con el padre amoroso, cálido y tierno que nos diera las buenas noches, nos puede hacer ver un príncipe donde realmente solo hay un sapo, y creer inconscientemente que este que tengo al frente cumple a la perfección ese papel.

En este entramado de vacíos emocionales, no podemos distinguir claramente lo que las personas tienen para ofrecernos al relacionarse con nosotros y lo que deseamos que representen y sean  para nosotros.  Es mas difícil en una pareja, puesto que casi de una manera automática convertimos a nuestro amante en la persona que anhelamos secretamente que sea y que nos prodigue y nos llene del amor que a gritos clamamos recibir.  Por eso muchas veces, a medida que transcurre la relación, un día los tildamos de falsos y mentirosos, porque nos damos cuenta de que no son como en realidad los veíamos y no comprendemos que ellos no tuvieron nada que ver en el asunto. Ha sido solo que hemos visto en ellos, lo que hemos proyectado. Vemos lo que queremos ver de acuerdo a nuestro inconsciente.

Vemos belleza donde no la hay, amabilidad donde no la hay, compromiso donde no lo hay, amor donde no lo hay, riqueza y poder donde no los hay, respaldo incondicional donde no lo hay, y en general vemos una persona que no hay.

Algunos amigos y cercanos, nos preguntan qué hemos visto en aquella persona para haberla hecho nuestra pareja. Ellos tienen un punto de vista diferente y ven lo que está pasando pero no lo entienden. Ven la persona como es. No como la vemos. Y pensamos que nos tienen envidia, que no quieren que seamos felices, que es porque sus relaciones han fracasado y quieren que a nosotros nos pase lo mismo y muchos otros argumentos que invalidan la pregunta. Pero ni siquiera contemplamos la posibilidad de que ellos tengan la razón en el asunto.

Así pues, con el tiempo nos sentimos engañados, traicionados, y con alguien a nuestro lado a quien no reconocemos. Mas temprano que tarde, aquella persona sobre la que proyectamos nuestros deseos y carencias, se ve en la dimensión que realmente es. Y es ahí donde el sufrimiento aparece y nos lleva a la desesperación. No es que nos hayan engañado. Es que nos hemos auto engañado que es distinto. 

Lastimosamente para la gran mayoría de personas este mecanismo de defensa mental es desconocido y dan por cierto todas sus decepciones amorosas o de amistad o de cualquier índole, sin DARSE CUENTA de que han sido ellas mismas las causantes de su propio desastre.

Los programas de auto ayuda con un trabajo permanente de los Pasos, pueden ayudar a identificar algunos patrones de proyección que se manifiestan en la vida diaria, en algunas relaciones, y en momentos y circunstancias muy específicas.  DARNOS CUENTA significa nuestra salvación. Al ver claramente dónde está el error en el patrón de comportamiento, inmediatamente se abre la puerta para su debida corrección.  El psicoterapeuta, ayudará a identificar patrones de proyección que estén afectando la vida y causando dolor y sufrimiento.

Hago una invitación a que indaguemos en nuestro interior, qué es lo que queremos ver en los demás, o si lo que estamos viendo en los demás en realidad corresponde con lo que es. 

La respuesta puede no ser halagadora. Pero puede que nos salve la vida. Mucho maltrato físico y emocional se aguantan por estar activo este sistema de proyección. Muchas empresas y negocios se empiezan teniendo activado este sistema de proyección y han terminado en quiebra. Muchos amigos se ven a través de este filtro enfermizo de la proyección y han dejado nuestro corazón y alma en pedazos. 

DARNOS CUENTA de cómo son las personas y no proyectar en ellas nuestros deseos y anhelos interiores. nos ahorrará muchas lágrimas y lamentos. Puede que no nos haga felices verlos como son, pero al menos tenemos la oportunidad de aceptarlos o no a ciencia cierta.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.



Anny L.










martes, 17 de enero de 2017

ZW. TENER LA RAZON



"Quien solo desea demostrar que tiene razón, termina equivocándose"
Paulo Coelho


En mas de una ocasión nos hemos visto involucrados o hemos sido testigos de discusiones acaloradas y hasta violentas, porque cada una de las partes quiere para sí el trofeo de TENER LA RAZON.

Tener la razón, por supuesto ha salvado a más de uno en muchas batallas. Sin embargo se ha convertido en una obsesión.  Es como si fuésemos a desaparecer o si de repente nos pudiera llegar a ocurrir algo terrible con el hecho de no tener la razón o darle la razón a otros. Nos invade un sentimiento de ira y resentimiento si no tenemos la razón que a veces lleva a sentimientos de venganza, reproches y descalificación hacia aquél que ha tenido la razón.

Y es ahí justamente donde hay que dar una mirada profunda y revisar nuestros verdaderos motivos. ¿Lo que nos mueve a desear tener la razón es el bienestar común, el apoyo mutuo, la generación de ideas exitosas para que todos podamos salir adelante y crecer ?, o lo que nos mueve a desear tener la razón es un interés puramente personal de prestigio y superioridad hacia los demás.

La necesidad de tener la razón en algunas ocasiones va mucho más allá de querer aportar o de querer mejorar alguna circunstancia. Puede llevar escondido el deseo implícito de culpar. Decir "tu estas equivocado" "Yo tengo razón". Con que fin ? ¿Reforzar una autoestima baja, sentir que por un momento se está por encima de unos pocos y deleitarse con figurar entre la multitud. Sentirse superior ante una audiencia o ante un grupo, creer que se ha encontrado la manera de justificar una queja sobre algo o alguien, pensar que las soluciones se encuentran enfatizando que los demás están equivocados?.

No pocas veces hemos escuchado esa famosa de frase de "Te lo dije, yo tenía razón" ante la que hemos caído cabizbajos sintiéndonos absolutamente infelices pero observando un gesto de superioridad y de cierta satisfacción en aquel que la pronuncia.

Y qué si tenía la razón? Tener la razón es relativo. Al fin y al cabo es sólo lo que se puede ver desde un pequeño punto de vista. Es aquello que se asume como verdad de acuerdo a la información que se tiene, de acuerdo al lugar en el que se vive, a la gente que conoces,  y de acuerdo a mil variables mas. Tener la razón es sólo una opinión.

La gente habla de tener la razón como si sólo hubiese una sola manera de actuar.- La de los que tienen la razón por supuesto -. Pero también a la razón se le escapan muchas razones. Muchos han dicho que prefieren ser felices a tener la razón. Tratar de pillar los errores de los demás para mostrarles que tenemos la razón, nos separa del mundo y nos aísla dejándonos sin la hermosa oportunidad de entablar relaciones de amistad o de cualquier tipo.

Comprender que también puedo equivocarme, que el error hace parte de la vida, que del error se aprende, deja sin piso muchos argumentos de tener la razón. Estar equivocado, pensar diferente, no estar de acuerdo, es perfectamente lícito. Por otro lado, no siempre puedo tener la razón porque no tengo toda la información al cien por ciento. Desconozco todo aquello que pasa en los demás, en su mente y en su corazón y habrá muchos detalles que se escaparán, por lo que muy probablemente no tendré la razón siempre.

En el silencio de nuestro corazón, hemos de buscar el por qué de querer tener la razón obstinadamente. Allí, en la paz que nos une con nuestro Poder Superior, hemos de buscar el secreto motivo por el cual sólo lo nuestro debe valer y nuestras ideas deben primar. Ese amoroso Dios nos ha de recibir los temores y vacíos que tratamos de llenar con tener la razón, para que El transforme nuestra mente y nuestra vida, haciéndola más tranquila y dispuesta a abrazar a los demás.




Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo de camino, siempre




ANNY L.



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jueves, 11 de agosto de 2016

Segunda Garantía. INTERDEPENDENCIA









Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos



La Segunda Garantía del Duodécimo Concepto, nos acerca al significado de la palabra INTERDEPENDENCIA. Para muchos de quienes hemos vivido con alcoholismo activo, una palabra desconocida.

El miedo, una baja autoestima, los antiguos patrones familiares, las altas expectativas que abrigamos de los demás y un sin número de razones más, nos han llevado a la DEPENDENCIA absoluta de algún ser querido y a nuestra consecuente decepción.

Esperar que alguien se haga cargo de nuestras responsabilidades, que haga por nosotros lo que ni siquiera nosotros mismos podemos hacer, es un pensamiento y una actitud descabellada. Al igual que pensar y querer hacernos cargo de alguien y desear hacer por el o ella lo que ni siquiera ellos pueden hacer por ellos mismos.

Cada uno tiene sus propias responsabilidades y necesidades y no asumir cada cual con lo suyo, lleva a las relaciones enojo, frustración, descontento y en algunos casos lleva al final de la relación.

No podemos convertirnos en carga para otros ni podemos servir de cargador para alguien mas. Nuestro trabajo es aportar, colaborar, compartir, hacer la parte que nos corresponde y pedir la parte que les corresponde a otros para poder lograr un resultado integral, sin resentimientos, ni reproches de que yo puse más y por eso tu no mereces.

Para ello, fijar límites, hablar con sinceridad y claridad son aspectos muy importantes a la hora de emprender cualquier proyecto. Puede tratarse de crear una nueva familia o una nueva empresa, si la relación entre aquellos que participan es INTERDEPENDIENTE, con seguridad conseguirán salir adelante.

Allí donde sólo uno es el que da y el otro solo se limita a recibir sin hacer mucho o nada de esfuerzo, se va creando poco a poco una bomba de tiempo que más temprano que tarde explotará causando daños muchas veces irreparables para las personas que participan y a las cercanas también.

La dependencia recíproca, el compartir común de principios e ideales, facilita el progreso y permite nuestro desarrollo y supervivencia. La interdependencia dada con el medio ambiente, en organizaciones, sociedades, y en todos los ámbitos de nuestra vida, ayudan al crecimiento no solamente individual sino que apoyan y fortalecen el crecimiento colectivo.

Ser independiente al cien por ciento, o ser dependiente al cien por ciento, son los extremos que muchas veces nos traen dolor y sufrimiento. La opción que nos ofrece la Segunda Garantía es considerar e integrar en nuestra vida cotidiana el valor de la INTERDEPENDENCIA para ir en busca de un sano equilibrio en todas nuestras decisiones personales y de vida.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.

Anny L.











miércoles, 22 de junio de 2016

Primera Garantía. TENER LO SUFICIENTE






Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.




En algunas ocasiones nos hemos visto enfrentados a tomar decisiones sobre asuntos personales, familiares o de trabajo en donde no sabemos con claridad la elección que debemos tomar. La Primera Garantía del Duodécimo Concepto, nos presenta una herramienta valiosa para poder hacer una elección PRUDENTE: TENER LO SUFICIENTE.

Es bastante común en las familias con alcoholismo y otras adicciones, forzar las circunstancias sobre todo aquellas en las que no hay suficiente. El pensamiento inadecuado de que pronto se va a conseguir lo que se requiere para llevar a buen término el asunto, ronda una y otra vez en la cabeza, produce altos niveles de estrés, la alimentación y el sueño se alteran y el ánimo se hace irritable, todo con la firme idea de que aunque no hay suficiente se pueden llevar a cabo las acciones y se tendrán buenos resultados.

Así las cosas, sin haber suficiente dinero se embarcan en créditos de largo plazo generando altos intereses.
Sin tener suficientes ingresos se hacen compromisos de pago que no se pueden realizar.
Sin hacer suficientes ahorros se hacen planes de viajes y cambio de vivienda.
Sin tener la suficiente información se emiten juicios de la gente y las situaciones.
Sin tener el suficiente entusiasmo y compromiso se aceptan responsabilidades.
Sin tener el suficiente tiempo se buscan nuevos oficios.
Sin tener la suficiente claridad se sacan falsas conclusiones.
Sin tener el suficiente valor siguen aceptando lo inaceptable.
Sin tener el suficiente amor por sí mismos, buscan personas que los amen.
Sin tener la suficiente disposición, se engañan a sí mismos.

Interminable la lista de cosas que hacemos a pesar de no tener lo suficiente. El resultado de ello, frustración, fracaso, dolor emocional, tristeza y decepción. Dice la Garantía que para que haya un PRINCIPIO PRUDENTE, se debe tener lo suficiente. Por eso, una buena opción al momento de decidir es: si no tengo lo suficiente no lo hago. Si tengo lo suficiente, decido hacerlo.

No podemos dar de lo que no tenemos en nuestra vida y en nuestro corazón. Y para poder dar y compartir con los demás hemos de tener lo suficiente.

Tener suficientes sentimientos y emociones positivas harán que las relaciones con los demás se den desde la fraternidad y el compañerismo sincero. Tener suficientes fondos, evitará quiebras económicas, desastres financieros o inestabilidad económica en la familia. Tener suficiente recuperación de los efectos de vivir con alcoholismo, nos brindará la posibilidad de tener una mejor calidad de vida. 

Si faltan una o dos cosas para tener lo suficiente, hay que tener la suficiente paciencia para esperar a que las cosas se den en un Orden Mayor para que la vida fluya y siga su curso.



Que la serenidad y la paz te acompañen a lo largo del camino, siempre.



Anny L.







martes, 7 de junio de 2016

Undécimo Concepto - ASOCIARSE. COLABORAR






Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.



La convivencia en una familia disfuncional por alcoholismo, hace que algunos de los rasgos característicos de sus miembros sea la competencia entre  ellos y fuera de la familia, la desunión en la familia y fuera de ella, la incapacidad para trabajar en equipo en la familia y fuera de ella y en general forma a las personas con el pensamiento de "yo puedo solo".

De esta forma, el pensamiento de ASOCIARSE ó COLABORAR no aparece con mucha frecuencia en los planes de quienes hemos nacido, crecido y vivido con el alcoholismo activo de un ser querido.

Una idea reiterativa que podemos encontrar a través de los CONCEPTOS como Principios Espirituales, es que NO PODEMOS SOLOS. Por eso, este Undécimo Concepto con esta propuesta de Asociarnos y Colaborar rompe todos los esquemas patológicos que traíamos en mente y nos ofrece la posibilidad de considerar cambiar nuestra actitud y nuestra vida, ahora desde una nueva perspectiva: Hacer equipo, formar unidad, ser partícipes de, ayudar, pertenecer, aportar y sobre todo dejar el aislamiento ocasionado por tratar de lograr cualquier objetivo, solos.

Para empezar a poner en práctica este Principio, los Grupos de Apoyo son el terreno ideal para ello. Nos unimos con un problema común para encontrar alivio y esperanza. Para muchos, es la primera vez que nos ASOCIAMOS para lograr un fin común. Aprendemos a COLABORAR a través de las actividades de servicio. Y vamos aprendiendo poco a poco que el progreso individual depende de la unión.

En el grupo aprendemos que no necesitamos competir con nadie para poder ser tal cual somos. El tener un problema común, nos hace iguales entre nosotros y nos une en el mismo propósito: Ayudarnos mutuamente y ayudar a todo aquel que haya estado en nuestra misma situación.

Es por eso que conocer y practicar este Principio Espiritual en el grupo, nos ayuda a encontrar la fuerza y la destreza para poder aplicarlo a todas las áreas de la vida.

Comprender que mi negocio no mejorará, quitándole los clientes al vecino, sino hablando con él y ofreciéndole algo que le beneficie, que al final será mi beneficio también.

Comprender que pedir ayuda es lo que me corresponde cuando emprendo cualquier proyecto, pues por más hábil que sea, no puedo lograr eficiencia en todo ni cubrir todos los aspectos.

Comprender que si somos varios y nos mantenemos enfocados en el mismo propósito, el éxito de todos será el éxito de cada uno.

Comprender que aunque sea una parte pequeña de un proyecto grande, mi labor es definitiva para lograr la meta.

Amar lo que hago y no estar echándole el ojo al vecino a ver que hace, evitará el resentimiento, la competencia innecesaria, el estrés y el desgaste. Factores que muchas veces nos llevan al fracaso de grandes ideas.

El cuerpo humano es un modelo de ASOCIACION Y COLABORACION. Cada sistema funciona para el bienestar total. Cada miembro cumple su función para el bienestar total. Cada órgano realiza aquello para lo cual fué diseñado para el bienestar total.

El ojo no quiere ser mano. La mano no quiere ser oreja. El corazón no pelea con los pulmones porque es más pequeño. Cada uno es como es. Hace aquello que le ha sido asignado para conseguir el bienestar total.

Undécimo Concepto. Una idea revolucionaria para practicar, aquellos que hemos vivido como repúblicas independientes.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.



Anny L.












martes, 17 de mayo de 2016

Décimo Concepto. DOBLE DIRECCION






Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.



No han sido pocos los eventos en nuestra vida en que hemos cumplido con las responsabilidades de otros. Nuestro rasgo de codependencia por el contagio familiar por alcoholismo u otras adicciones, nos ha llevado a extraviar la línea de la responsabilidad y de la autoridad.

Se hubiese esperado que fuesen nuestros padres quienes fueran el modelo de una sola dirección a la hora de ser autoridad y ser responsables de la familia. Sin embargo, embebidos en su propia problemática descuidaron un aspecto importante: la claridad a la hora de asignar responsabilidades y sobre todo, la claridad de la autoridad del que la asignaba.

Es muy común tener problemas con modelos de autoridad habiendo convivido con el alcoholismo activo de un ser querido. Con una idea tan difusa de ella, es imposible que en nuestra vida adulta, no choquemos con las ordenes asignadas por un jefe o un superior.

A la menor oportunidad estamos discutiendo sobre la validez o invalidez de las instrucciones impartidas, o si la persona está o no en capacidad para hacerlo. Pretendiendo por supuesto ocupar ese lugar porque consideramos saber lo suficiente o más que aquel que nos ordena.

El haber escuchado un si y un rato mas tarde un no, creó confusión en nuestra cabeza, pues al final tuvimos que tomar nuestra propia decisión sin consultarla. Lamentablemente ese patrón de conducta se quedó arraigado en nuestro pensamiento y ahora nos cobra caro en las relaciones de trabajo, en las relaciones personales o en las relaciones con la familia.

No sobra decir que esa contradicción de decisiones en las figuras de autoridad de una familia, crea el espacio suficiente para que los hijos al final se salgan con la suya y no se acojan a las normas, argumentando el si o el no que uno u otro de los padres ha pronunciado.

Encargar tareas, sin la suficiente claridad de tiempos de entrega, quién se encargará de recibirlas y en qué condiciones, abre la puerta a los malentendidos, a la usurpación de funciones y a la contradicción con otros compañeros.

La doble dirección siempre creará caos y confusión, además de angustia y miedo por los resultados. Es por eso que debemos comunicar de una manera explícita, concisa y clara lo que cada persona debe hacer en cualquier medio en el que nos encontremos, ya sea laboral o personal.

Aceptar las normas de nuestros jefes o superiores, informarles directamente y evitar pasar por encima de su autoridad pretendiendo modificar sus ordenes a propio criterio, nos evitarán muchos dolores de cabeza y a lo mejor un despido. Seguir el conducto regular es la táctica más confiable en estos casos,

Evitar llenar espacios que no nos corresponden, preguntar sobre aquello que debemos realizar, aclarar las funciones inherentes a nuestro cargo, ayudará no sólo a mejorar las relaciones con nuestros compañeros, sino a evitar un cúmulo de resentimiento que saldrá a flote en el momento en que nos demos cuenta que estamos sobrecargados y llenos de estrés.

Existe sólo una autoridad fundamental para regir nuestra vida: Un Dios bondadoso que está presente
a cada instante brindándonos su apoyo y amor. Es nuestra responsabilidad aceptarlo y confiarle nuestra vida en forma incondicional.


Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.


Anny L
















lunes, 16 de mayo de 2016

Noveno Concepto. LIDERAZGO








Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.


Para la gran mayoría de nosotros, aquellos que hemos crecido y vivido con  el alcoholismo activo de uno o ambos padres, el liderazgo se trata únicamente de una cuestión de mando y autoridad. Una cuestión de obediencia o castigo. Obedecer al que manda para impedir el castigo. Y por esa razón, el "puesto de mando" se convierte en uno de los tesoros más anhelados y codiciados. Ser el que obedece no es de interés para nadie.

Todos anhelamos mandar y tener un gran grupo que obedezca. Y en eso a muchos se les va la vida entera. Rechazan puestos de trabajo, oportunidades para ser parte de un gran proyecto, porque si no es el puesto de mando, no sirve ningún otro. Eso vimos, eso aprendimos. Eso vivimos, eso repetimos.

Sin embargo, siempre hay  una nueva oportunidad que la vida nos ofrece. Y esta vez esa oportunidad nos la brinda el NOVENO CONCEPTO. Lograr ser un buen líder.

Un buen líder en nuestra familia. Un buen líder para nuestros hijos. Un buen líder en nuestro lugar de trabajo. Un buen líder en el grupo de apoyo. Un buen líder para la comunidad. Un buen líder, en todas las circunstancias de la vida.

Al contrario de aquella idea que hemos traído a cuestas, el liderazgo contempla la PARTICIPACION. No podemos hacerlo solos. Contar con un grupo de apoyo, no de fieles obedientes, es lo que enriquece la acción de un líder.

Contempla la UNIDAD. Las personas se unen al líder, obtienen de este respaldo y confianza en cada una de sus acciones.

Contempla BIENESTAR COMUN. Es imposible ser un buen líder cuando sólo me anima mi propio interés o el de unos pocos. La mejor solución para la mayoría, es lo que anima un buen líder.

El liderazgo RESPETA LAS DIFERENCIAS.  Aunque haya miembros de su equipo que no estén de acuerdo siempre con sus decisiones, el buen líder sabe que tiene a su disposición otras ideas que implementará en determinado caso. No juzga de "malas" las ideas que no son de su inspiración. Las ve como una oportunidad para usarlas adecuadamente.

Un buen líder mantiene en EQUILIBRIO la AUTORIDAD y la RESPONSABILIDAD. Tanto las suyas como las de los que lo acompañan.

Ser líder es saber DELEGAR responsabilidades de acuerdo a las aptitudes de su equipo y confiar en cada uno de ellos.

RESPETA EL BUEN NOMBRE de todos los que trabajan con él y no habla mal de ninguno a sus espaldas. Si hay algo que corregir, lo hace personalmente y con cortesía y de buena forma en un lugar privado y acorde para ello.

INFORMA y COMUNICA a todo su equipo cómo va la gestión y los felicita por sus logros.

Se propone metas que DIVIDE EN FRACCIONES ALCANZABLES para no crear sentimientos de frustración y estrés.

HACE UNA COSA A LA VEZ. Cuando todos se enfocan en una sólo propósito la fuerza de la unidad los hace obtener el triunfo.

Democracia, no autoritarismo es lo que anima las acciones del buen líder. Jamás podremos llegar a ser un buen líder imponiéndonos por la fuerza a los demás, ni coaccionando a las personas para obtener nuestros propósitos personales.

Cambiar nuestra manera de pensar sobre las condiciones de un líder nos ayudará a serlo. Comprender y apoyarnos en este maravilloso CONCEPTO, nos da las herramientas para mejorar en este aspecto cada día y poder practicarlo en todas nuestras acciones.

Un buen líder se rinde ante Dios, cualquiera que sea su idea de El y se pone enteramente en sus manos, pues sabe que él es sólo el instrumento a través del cual una Fueza Superior se manifiesta.


Que la serenidad y la paz te acompañen a lo largo del camino, siempre.


ANNY L







jueves, 21 de abril de 2016

Historias Obsoletas.




Desde nuestros primeros días de infancia,.nuestra vida se ha visto llena de historias. Unas buenas, otras no tan buenas, pero juntas, marcaron nuestras acciones y las siguen marcando aún hoy en día.

Si nos asustaron con una araña o una cucaracha, siendo muy niños, ese miedo nos acompaña hasta hoy, cuando ya somos adultos y cuando nuestro tamaño y fuerza acabarían en un santiamén con cualquier bicho. Sin embargo, esa historia del pasado, hace que corramos despavoridos en cuanto vemos uno de estos insectos y busquemos un salvador con urgencia porque todavía nos sentimos en peligro.

Haber confiado en algunos de nuestros mejores amigos y amigas y haber sufrido la decepción de su comportamiento al haber faltado a nuestra confianza, sacó desde lo más profundo de nuestro corazón un "no volveré a confiar en nadie" y esa máxima que anda junto a nosotros como perro faldero, es la causa de negarnos hoy la oportunidad de tener unas relaciones más amables y confiadas con los demás.

Cuántos de nosotros no hemos sufrido un desengaño amoroso. No tanto por que nuestra pareja nos haya fallado, sino porque como no sabíamos escoger pareja, terminamos enredados con una persona no disponible para la relación. El resultado no fué el esperado y nuevamente en medio de nuestra desesperación y el dolor de perder, exclamamos un dolorido "no me vuelvo a enamorar jamás".  Y desde aquellos tiempos nuestro inconsciente ha hecho realidad tal sentencia funesta y hoy, estamos privados de relacionarnos con alguien con el deseo intenso de poder hacerlo.

Frases entre padre e hijos, o entre hermanos, o entre familiares o conocidos, tales como "no lo perdonaré nunca", por alguna historia trágica o de dolor vividas en un tiempo de nuestra historia, hacen que justo en la puerta del cementerio nos llenemos de culpa sabiendo que al pasar el tiempo sí hubiese podido ser posible ese perdón, pero que haber mantenido esa historia obsoleta sólo hizo que se mantuviera la distancia, la ira y el resentimiento

Así, podría enumerar tantas y tantas frases que nos hemos dicho en un momento de nuestra historia, pero que hoy no aplican a nuestra realidad presente y actual. Si bien es cierto que en su momento fué la mejor idea, puede que hoy no lo sea. Esas historias ahora obsoletas y caducas nos están marcando momento a momento las decisiones de hoy, las relaciones de hoy, nuestra vida de hoy.

En una familia disfuncional , es frecuente que a cada necesidad económica siempre se diga: "no hay".
Y siempre hay para colegios, estudios, comida, diversión, paseos, ropa y todo lo que necesitan sus miembros para llevar una vida cómoda. Sin embargo, a pesar de que ahora haya un empleo, y ciertos beneficios económicos son muchas las ocasiones en que  pillamos a nuestra mente con la frase "no hay". No es cierto. Si hay. Y hay suficiente. Pero, aquella historia hoy obsoleta, impide que sintamos la satisfacción de la abundancia en nuestra vida y el disfrute de saber que sí hay.

En los procesos de recuperación, esas historias obsoletas impiden que sanen adecuadamente las heridas de la familia,  porque vienen al recuerdo una y otra vez los desmanes y desastres ocurridos durante el tiempo de consumo y con ellos aparecen nuevamente los reproches y resentimiento por algo que hoy no está sucediendo y que la persona que consumía está tratando de reparar.

Identificar cuáles son las historias que ya no nos sirven y sobre todo, cuáles fueron las sentencias que obtuvimos de ellas para ponerlas a la luz e identificar el momento en que las estoy usando hoy, es el trabajo personal que nos corresponde si queremos poder elegir en libertad. Compartirlas con un sacerdote, un profesional de la salud o en un grupo de recuperación para que vayan perdiendo poco a poco su fuerza y dejen de ser los patrones de vida que actualmente nos rigen, es muy sanador y conveniente.

Mantenernos vigilantes e identificar los momentos en que estoy usando patrones viejos y vencidos, para tomar una acción diferente, poner un alto o cambiar de opinión, es muy responsable de nuestra parte.

Como siempre, la sugerencia de un Programa de Doce Pasos no pierde su vigencia. El alcoholismo y las adicciones en general, han dejado marcas indelebles en nuestra vida y ahora nos corresponde a nosotros evitar que las acciones de antaño sigan en nuestra vida dejando un lastre de resentimiento y dolor.


Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.



Anny L





jueves, 3 de marzo de 2016

Octavo Concepto - PLAN DE ACCION





Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.




¿Qué estoy haciendo HOY  para conseguir lo que quiero?


Parte del patrón de pensamiento aprendido en una familia disfuncional por alcoholismo, es soñar despiertos, idealizar las situaciones, hacer castillos en el aire y películas de final feliz, pero, sin que nos cueste nada lograrlo.  Así que siempre hablamos de lo que haremos a futuro pasando por alto lo que estamos haciendo hoy para conseguirlo.

No hay nada de malo en tener sueños. Todo lo contrario. Soñar nos lleva a buscar mejores condiciones de vida y a encontrar satisfacción y bienestar. Sin embargo, sueños sin acción, sólo nos lleva a la frustración, al desencanto y a la infelicidad.

Para nadie es un secreto que todo es un proceso. Y que para obtener un resultado hay que hacer una serie de pasos que al final uno a uno nos conducirán hasta él. No obstante, esa secuencia lógica de pensamiento, parece desaparecer cuando vivimos con alcoholismo u otras adicciones. Buscamos afanosamente el resultado sin haber realizado los pasos previos.


Hablamos con nuestros amigos de lo que haremos cuando vivamos en el extranjero, pero estamos desempleados en la actualidad y sin ahorros, no sabemos el idioma de nuestro paìs proyectado y ni siquiera estamos enterados de los requisitos para obtener una visa.

Expresamos nuestro deseo de encontrar una pareja y formar una familia, que no tenga los patrones de adicción en la que hemos crecido, pero no asistimos con regularidad a reuniones de grupo, ni prestamos servicio, ni leemos literatura de recuperación.

Esperamos tener una vejez tranquila y sin afán, pero no estamos afiliados a un plan de pensión, ni tenemos inversiones que provean nuestro sustento cuando llegue el momento.

Deseamos el viaje tan anhelado por el caribe en un crucero, pero no hay ahorros, ni ingresos adicionales que me permitan hacerlo realidad.

Pasamos por el almacén y nos antojamos del televisor, o el electrodoméstico de moda y a cambio de incluir su costo en un presupuesto para poderlo obtener, pagamos con la tarjeta de crédito y hacemos más grandes nuestras deudas.

Y así, una y otra vez, vamos deseando nuestra vida a futuro sin obtener aquello que anhelamos, diciendo que somos de malas, que la vida no nos da las oportunidades, que Dios no quiere esto o aquello o que simplemente no estoy de suerte,  sin incluir lo básico y mas importante: EL HOY.



Hacer una cosa a la vez, HOY, me permite fraccionar mi gran objetivo en tareas pequeñas que se pueden ir cumpliendo dia a dia, mes a mes, hasta conseguir lo planeado. Si deseo ser una gran profesional, primero debo hacer mi bachillerato y luego ir a la universidad para así buscar un trabajo como profesional. 

Nunca es tarde para empezar de nuevo. Pero el día que hay que empezar es HOY. Planear y hacer las cosas con calma, nos abre la posibilidad de hacer realidad nuestros sueños. La acción es la diferencia entre el éxito y la frustración. Haga hoy aquello que lo llevará a obtener lo que desea.

Los límites  nos enseñan a diferir la gratificación. A esperar pacientemente a recoger nuestra cosecha. Si lo asalta el síndrome de inmediatez, póngase un límite y no dañe todo su plan de acción para obtener antes de tiempo lo que quiere. Poner mas fuego a la cena para que esté más rápido, no siempre la hace más sabrosa.

La diferencia entre alguien que logra sus objetivos y alguien que no lo hace, es la ACCION. Y la acción empieza HOY. El miedo al futuro se va disipando, si cada paso que doy va en dirección a dónde quiero llegar y si voy cumpliendo cada pequeña meta que voy trazando hasta conseguir lo planeado.

No se trata de obsesionarnos con el futuro. Sólo vivimos por HOY. Se trata de hacer HOY, lo que corresponde hacer HOY, para obtener un resultado satisfactorio en el futuro. Por eso, hacer una planeación en detalle, con la información completa y con los requisitos necesarios, es la invitación que nos deja hoy el Octavo Concepto.

Aplicar un plan de acción y lograr nuestros objetivos, es parte de nuestro proceso de recuperación. 




Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.





ANNY L.


















miércoles, 2 de marzo de 2016

Séptimo Concepto - Derechos Legales



Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.



En las familias con alcoholismo y otras adicciones, es común encontrar el intercambio de roles entre sus miembros. Así, el hijo mayor termina siendo el padre de los padres, el hijo menor puede hacer el papel de esposo de la madre y otras diversas modalidades de parentalización de los hijos. Esta confusión de roles, también genera confusión en las responsabilidades.  Se hace responsables a los hijos de actividades que son responsabilidad de los padres, se buscan vecinos u otros miembros de la familia para que respondan por aquello de deberían responder papá y mamá o simplemente se deja la vacante y nadie responde por nada, aplicando olímpicamente el "sálvese quien pueda".

Para aclarar estos asuntos, nos es de mucha ayuda las normas legales vigentes. De esta forma, podemos establecer que todos los menores de edad, aunque midan 1.80 m de estatura, dependen legalmente de un adulto. Que adulto es, por lo menos en Colombia, toda persona que cumpla 18 años. Que la responsabilidad y autoridad de la familia está en cabeza de los padres. Que aunque los tios, abuelos o vecinos hayan criado a los niños, son los padres son los que tienen su custodia y poder de decisión sobre su bienestar.

Como los menores de edad son responsabilidad de sus padres, son estos los que deberán responder por las acciones de aquellos. Son los padres los que deben retirar el informe mensual de notas de los menores, acercarse a la dirección si hay alguna queja o reclamo en el colegio, proveer el sustento y la manutención y estar atento a las necesidades que los niños requieran. No al contrario.

Es deber de los padres poner normas claras y límites dentro del hogar para que haya una convivencia armoniosa entre todos. No dejarse llevar por los caprichos de los niños y permitir que sean ellos los que dicten las normas.

Confundir lo emocional con lo legal nos ocasiona muchos dolores de cabeza. Las comisarías de familia están llenas de casos en los que el objeto de la demanda es más emocional que legal y práctico. La desinformación sobre nuestros derechos y deberes nos cuesta caro. Muchas veces nosotros mismos nos quitamos nuestros derechos y permitimos que otros abusen de nosotros, sólo por desconocer las normas. De manera que pedir información y asesoría es un buen comienzo para evitar conflictos legales.

En los negocios como en la familia, cualquier contrato suscrito nos genera derechos y deberes. Tendremos derecho a una parte, pero debemos cumplir otra, de acuerdo a la norma. Si estamos de alquiler por ejemplo, tenemos derecho a arreglos locativos, pero tenemos el deber de estar al dia en los pagos.  Los derechos legales siempre estarán en cabeza de quien firma o suscribe el contrato. Por lo tanto, hay que estar vigilantes y no dar nuestra firma ligeramente a nuestros amigos y vecinos, porque una vez escrito en el papel, tendremos que responder por aquello que se nos exige.

En las familias por alcoholismo se desarrolla la codependencia entre sus miembros dada su situación emocional y ello a veces hace que unos quieran asumir las responsabilidades de los otros. Siempre es bueno hacer claridad en los roles, en quién responde por qué y a quién se le pedirán cuentas. Teniendo esto claro, los derechos legales no se cuestionarán ni se pondrán en duda.

En el caso de la oficina y otros ámbitos, el jefe, el dueño, el representante legal, el administrador o el encargado, será quien tenga los derechos legales. Ante él, se llevarán los problemas y se esperará de él la respuesta. Los empleados tendrán sus derechos legales que harán respetar de igual manera. El conducto regular siempre es la mejor salida para los conflictos. Los derechos legales nos ayudan a mejorar nuestras relaciones de trabajo.

Respetar el orden jerárquico e informarnos sobre nuestros derechos y deberes antes de suscribir algún contrato, y tener en cuenta los derechos legales de todos los implicados, podrían ser el comienzo de unas relaciones menos tensas con los demás y más ricas en aceptación y apoyo.




Que la serenidad y la paz te acompañen a lo largo del camino, siempre.








Anny L































lunes, 15 de febrero de 2016

Sexto Concepto - ASESORARSE



Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.




Con cuanta frecuencia nos hemos sorprendido haciendo cosas para las que no estamos preparados y dando soluciones a asuntos de los que sabemos prácticamente nada. Hemos formulado médicamente a muchos sin haber si quiera consultado un libro de medicina básico, o hemos condenado o salvado a tantos otros sin siquiera conocer de primera mano las leyes y normas bajo las que nos regimos. Si por benevolencia de la Vida no hemos matado a nadie todavía con nuestros remedios, el refrán dice que "no todas las veces caza el tigre".

La soberbia, la arrogancia de creer que yo puedo hacer TODO SOLO, el menosprecio de los demás ante sus conocimientos, el sentirme ridículo si pido ayuda o sentirme menos que los otros por no saber, el qué dirá la gente si no tengo todas las respuestas, el control desesperado por tener todo bajo mi mando y el deseo ardiente de mostrarle a todos que "yo si puedo", nos llevan muy a menudo a NO ASESORARNOS.

Las consecuencias no se hacen esperar. Sigue la gotera, el tubo vuelve a romperse, al final termina el paciente haciendo fila en el consultorio de un médico, el remiendo del carro dañó otras pieza y el arreglo es mas costoso, el piso se hundió y ahora hay que romper hasta la cocina, el equipo de sonido terminó convertido en un montón de piezas regadas en la sala, y otras consecuencias por el estilo, por no haberse ASESORADO a tiempo.

Muchos negocios han ido a la quiebra por no asesorarse. Hemos firmado compromisos que nos han generado multas y sanciones o hemos perdido nuestros legítimos derechos, por no buscar ASESORIA. El tema de que es un dinero que se paga inoficiosamente a veces nos cuesta caro y terminamos sin el pan y sin el vino. Sin solucionar el problema y con un segundo problema mas grave.

El ser sobrevivientes en una familia disfuncional por alcoholismo, nos ha llevado al extremo de enfrentarnos a casi todo lo posible. Sin embargo, eso no nos acredita como expertos en una materia determinada. Cada oficio tiene sus prácticas y su forma de hacerse. Y si desconocemos el arte, pues es mejor aceptar que no sabemos, que no estamos en condiciones de hacerlo y buscar ASESORIA.

La mayor dificultad de un codependiente por alcoholismo es aceptar que es incapaz. Como de una u otra manera ha encontrado la forma de sobrellevar la situación en casa, cree en su interior, que no es incapaz ante nada. Que cualquier obstáculo que se le presente lo puede resolver SOLO y sin ayuda de ningún tipo.

El Primer Paso nos recuerda admitir que somos incapaces y este Sexto Concepto nos recuerda que debemos ASESORARNOS.

Con asesoría, los resultados son más largos y duraderos. Las decisiones se toman en consonancia con las circunstancias y de acuerdo a los términos. Las empresas pueden evitar desgaste económico y de personal logrando mejorar sus metas. Ahora los colegios ofrecen escuelas para padres, procurando asesorar a quienes participamos de esa hermosa tarea.

En esta época de tecnología, hay ASESORES prácticamente para casi todo. Sin embargo la dificultad estriba en estar dispuestos a aceptar su ayuda y su consejo y recurrir a ellos cuando lo estimemos conveniente.

Una ASESORIA que no debería faltar a lo largo de nuestro día, es la ASESORIA de nuestro Poder Superior. Hacer un alto, tal como lo sugiere nuestro lema PIENSA, Le da la oportunidad de hablarnos al oído para dirigir nuestros pasos. HACER LAS COSAS CON CALMA, Le da el espacio para decirnos que corrijamos nuestro camino si es necesario. HACER UNA COSA A LA VEZ, Le permite estar ahí, presente, junto a mi, para que la alegría y el gozo de cada acción llene de paz y serenidad mi vida y la vida de los que mas amo.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre





ANNY L.






















viernes, 22 de enero de 2016

Quinto Concepto - Derecho a ser escuchados







Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.



La idea central del Quinto Concepto es ESCUCHAR.

Un Concepto que parecería innecesario, pues escucharnos el uno al otro debería ser parte de nuestra naturaleza y elemento central de nuestra comunicación.  Sin embargo, es necesario que aparezca como herramienta para nuestra recuperación, porque al haber vivido en una familia con Alcoholismo, a algunos se les ha olvidado y otros nunca aprendimos a ESCUCHAR.

Los gritos, la volumen alto, o por el contrario el silencio castigador y la indiferencia, se fueron convirtiendo en nuestros patrones de hablar con otros o de demostrarles nuestros sentimientos, y nuestras relaciones se fueron poniendo cada vez mas tensas debido a que no sabemos ESCUCHAR.

Por ejemplo, viviendo en una familia disfuncional, hemos aprendido a hacer muchas preguntas. Y curiosamente también aprendimos a resolvernos nosotros mismos esas preguntas basándonos en suposiciones, hechos anteriores, informes de la vecindad o mejores amigos, o tratando de adivinar el futuro o el pasado. Así por ejemplo, a la pregunta "¿Dónde estabas?, sigue la respuesta "Con sus amigotes, claro!!!". Y acaso hay forma en que el otro dé las respectivas explicaciones y sea escuchado?

¿Cuántas veces nos hemos quejado de que el alcohólico de nuestra vida no dice nada, pero no nos damos cuenta de que cada vez que intenta hablar, le decimos que se calle, que nos deje hablar, o que ya va empezar con sus mentiras y no lo dejamos pronunciar palabra?

¿Por qué cuando somos varios en una reunión y se plantea un tema, uno se toma la palabra y habla y habla sin parar, sin dejar espacio para que los demás participen, den su punto de punto de vista y los puedan escuchar? Y lo peor es que se justifica a sí mismo diciendo "es que me gusta hablar mucho" pero no reconoce que el tema es que no le gusta ESCUCHAR.

¿Qué pasa con nuestra comunicación cuando alguien nos interrumpe una y otra vez, sin dejarnos terminar la idea y sin permitirnos expresar nuestro pensamiento? ¿Qué pasa cuando el que interrumpe sin cesar, soy yo? Con estos patrones de comportamiento, no podremos ESCUCHAR jamás.

¿Y el caso en que llega uno a contarle algo a alguien con interés y vehemencia y a la mitad de la conversación pone otro tema que no tiene nada que ver con lo que le estoy contando? No ha escuchado nada de lo que dije. ¿Identifico este comportamiento en mi?

Si mentalmente ya le estoy resolviendo al otro cuanto se le ha ocurrido contarme, ¿a qué hora lo he escuchado honestamente? Y sin haberlo escuchado es imposible hacer una sugerencia honesta.

Cuando estoy permanentemente preocupado en completar las frases de los demás o de redondear sus ideas o de ir dando explicaciones a lo que quiere decir, tampoco me estoy dando la oportunidad de ESCUCHARLO sinceramente.

Estar distraídos con nuestra mente haciendo divagaciones y no estar atentos a lo que otros nos dicen, nos priva de la oportunidad de ESCUCHAR,

Y si no sabemos ESCUCHAR a los demás, ¿podremos ESCUCHAR a Dios?

Este Quinto Concepto nos invita a revisar la forma en que escuchamos a los demás. Nos dice que es un DERECHO que tenemos todos. Derecho que muchas veces pasamos por alto o ignoramos deliberadamente en medio de la arrogancia de nuestro control, de nuestro miedo a no querer escuchar opiniones diferentes y a veces, nuestro miedo a escuchar la verdad.

Aceptar las diferencias, ejercer el derecho a no estar de acuerdo, a tener un punto de vista diferente y poder expresarlo sin temor a juicios o represalias, es parte de la riqueza de este Quinto Concepto.

ESCUCHAR NO ES ESTAR DE ACUERDO. Muchas veces no escuchamos a los demás porque hemos pensado que eso significa estar de acuerdo con el otro. Para poder decidir estar de acuerdo o no, primero hay que escuchar. Las ideas se plantean, se escuchan, luego se analizan y al final se toma una decisión de estar o no de acuerdo. De esta manera, aún los puntos de vista opuestos, se pueden escuchar sin resentimiento y tomarlos como opciones que se recibirán o no, de acuerdo a las circunstancias, sin rechazar ni lastimar o excluir a aquellos que opinan diferente.

ESCUCHAR ES APRENDER. El lema dice "escucha y aprende". En un grupo de Doce Pasos, los demás tienen ideas valiosas sobre nuestro problema común que podrían llegar a ser soluciones para mi. Tienen otros puntos de vista que tal vez no he contemplado y que podrían servirme. Tienen ejemplos de vida que compartir con los que puedo tomar decisiones. Pueden darme la oportunidad de ver las cosas con otra perspectiva. Comparten su experiencia, fortaleza y esperanza para ayudarme en mi proceso. Si escucho con atención y abro mi mente, Dios estará presente en mi aprendizaje.

Escuchar es compartir, es darte a ti mismo de la manera más sincera, es ofrecer ayuda sincera y desinteresada, escuchar es hacer parte de la vida del que escuchas, es comprender cómo se vive en los zapatos de otros, escuchar es hacerte uno con el otro en el silencio de Dios.


Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.



Anny L

















domingo, 6 de diciembre de 2015

Cuarto Concepto - PARTICIPAR




Los Conceptos, son Principios Espirituales que hacen parte de los Legados de los Programas de Doce Pasos y ayudan en las relaciones de trabajo en las estructuras de servicio. Como parte de un proceso de recuperación personal, los Conceptos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas cuando otros están involucrados. Es por eso que son tan valiosos cuando podemos llevarlos a nuestra casa o vida laboral.

Cada uno de ellos, es de gran profundidad y riqueza en su contenido. Sin embargo, es mi deseo compartir la experiencia con algunos aspectos de cada uno, lo que me facilitó su aplicación y entendimiento. El contenido de este escrito, no compromete ni representa a ninguna hermandad de Doce Pasos en particular. Sólo es un compartir de experiencia, fortaleza y esperanza a la luz del Legado Espiritual de Los Conceptos.



El Cuarto Concepto tiene que ver con PARTICIPAR.

A lo largo de todos los Conceptos, la invitación siempre es a aceptar que no podemos hacerlo todo solos. Y el Cuarto Concepto nos reitera esta idea con la participación.

Para que un grupo, sea familiar, de trabajo o de otra ìndole, se mantenga en armonía, en amabilidad y cooperación, todos sus miembros deberán participar de las actividades que el grupo proponga. Evitar que algún miembro participe abre las puertas a la discordia y al descontento. Si todos están unidos con un propósito común, todos tienen el mismo derecho a participar. Esto no quiere decir que se estará de acuerdo siempre con todas las propuestas. Pero el simple hecho de expresarlo, es una forma de participación.

Para poder participar activamente en un grupo, mi autoestima debe estar fortalecida, al punto de sentirme cómodo expresando alguna sugerencia o dando alguna idea. Si pienso todavía que lo que pienso no vale, que es mejor quedarme callado porque siempre "meto la pata", o que las opiniones de los demás son más importantes que las mías, pues no me atreveré jamas a participar en nada. Esto creará aislamiento y por ende una actitud de resentimiento frente a las decisiones finales que tome el grupo.  La mejor manera de sentirme satisfecho con los propósitos del grupo es participando en ellos.

Una vez que he solucionado los obstáculos con la autoestima, aparece el sentido de pertenencia.  No podré participar sinceramente en un grupo, si no tengo sentido de pertenencia o mi sentido de pertenencia es muy débil. Pensar y sentir que yo no tengo nada que ver con los demás o que no es mi problema lo que ocurra, me separan del grupo y al no pertenecer a él, pues no nacerá mi deseo de participar en nada.

En los grupos de autoayuda, el asistir una vez al mes o ir ocasionalmente, no enterarnos de las actividades planeadas o aparecer esporádicamente, no ayuda a crear un sentido de pertenencia. Estar presentes en el mayor número de reuniones, estar enterado de la programación mensual, conocer de cerca a los compañeros, ofrecer un servicio, es una muy buena manera para crear un sentido de pertenencia fuerte, que me permita participar con entusiasmo dentro y fuera del grupo.

No se podrá participar con agrado en un grupo al que siento que no pertenezco.

Una vez he decidido participar en el grupo, mi elección deberá ser actuar con responsabilidad en aquello a lo que me he comprometido o que me han encomendado. Participar no es simplemente decir "si" a todo lo que se proponga. Es decir SI con RESPONSABILIDAD puesto que el bienestar del grupo dependerá de que cada uno cumpla con la parte que va a realizar.  A veces nuestra emoción y estado de reacción nos lleva a comprometernos con más de lo que podemos, con labores para las que no tenemos habilidad, o a hacer algo en tiempos que no podemos, y al final no cumplimos responsablemente.  Hay que hacer un alto y pensar antes de hacer compromiso en el servicio y estar seguros de poder llevar a cabo aquello que asumimos, para no crear malestar e incomodidad en el grupo.

La participación no puede de ninguna manera convertirse en una manera de fiscalización y crítica a las actividades de los demás miembros. Entrar a prestar servicio para estar vigilando lo que hacen los demás, no va a ayudar a la armonía de las relaciones del grupo. Todo lo contrario. Las va a deteriorar cada vez mas. La participación es un compromiso para poder servir.

Una manera de trabajar el control, defecto de carácter que nos ha dejado el alcoholismo familiar, es participar de un grupo, pues allí aprendo a escuchar y a apoyar ideas diferentes a las mías. Ser un miembro más del grupo me da la oportunidad de dejar el poder de dominación al que uno termina volviéndose adicto. Saber que no estoy a cargo y que es el líder el que responde, me enseña que puedo confiar en otros y que seguramente saldrán bien las cosas de todas formas. Hacer parte de, me muestra que puedo relacionarme de igual a igual con mis compañeros, sin pretender estar por encima ni por debajo de ellos. Seguir instrucciones me invita a aceptar con humildad las indicaciones de otros, sin resentirme ni buscar revancha.

Participar ayuda a ir diluyendo la apatía a relacionarse con otros. Combate el estrés de asumir sólo una responsabilidad. Abre espacios de comunicación. Despierta la creatividad en todos aquellos que hacen parte. Incentiva y entusiasma a quienes están presentes. Da la sensación de ser útiles en una causa. Anima a los nuevos a atreverse a pertenecer al grupo. Es el mejor ejemplo de unidad.

El Cuarto Concepto nos hace ver que participar ayuda a crear lazos de amistad fuertes. Que es una oportunidad para conocer mis habilidades y las de los demás. Participar nos enseña a compartir el triunfo con otras personas y a enfrentar las dificultades hombro a hombro para aligerar la carga. Participar nos brinda la posibilidad de servir a los demás sin esperar retribución. Aprendemos a dar incondicionalmente y a sentir la satisfacción no sólo por nosotros mismos,  sino por todos los miembros del grupo.

El servicio es parte integral de una recuperación personal y la mejor manera de hacerlo es participando activamente. Porque es el momento de dejar atrás la victimización, la queja y el lamento y poner acción de la mano de otros que como yo, también desean una vida feliz, compartiendo lo mejor de ellos con aquellos a quienes aman.


Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre.


Anny L.