jueves, 3 de mayo de 2018

¿ Y TU... QUÉ PIENSAS ?



" La causa principal de infelicidad nunca es la situación, 
sino tus pensamientos sobre ella "
Eckhart Tolle


Muchas veces, cogemos nuestra cabeza a dos manos y nos preguntamos qué ha podido tener en la cabeza una persona que ha actuado, a nuestro juicio, inadecuadamente.

Sin embargo, la pregunta que no es tan frecuente es, qué tengo en la cabeza a lo largo del día y para muchos, lo que tienen en su cabeza en las noches. Nos hemos percatado de lo que vamos pensando, cuando vamos en el transporte público al trabajo, por ejemplo? Vamos tan absortos en nuestro pensamiento que no nos damos cuenta del paisaje que ha recorrido el bus hasta la llegada. Es como si sólo recordáramos el haber estado parados allí esperando la partida y luego la llegada. Pero, qué ha pasado en el medio?  Qué ha pasado entre el tiempo de partida y el de llegada?  A dónde he ido, que no recuerdo haber visto nada en el camino  aunque he ido con los ojos bien abiertos ?

Es la hipnosis del día a día. Vamos viviendo la vida a pedazos, porque el pensamiento se roba toda nuestra atención. El pensamiento le roba el condimento a las comidas, pues comer mientras estamos atorados con un pensamiento, priva al paladar de la delicia, al olfato de su buen gusto y a nosotros de un buen platillo.

Hablar con alguien, mientras pienso en cómo responder o qué cosa debo sugerir, le roba la atención a la conversación sincera y honesta. Ver televisión mientras rumiamos un pensamiento nos hacer perder el final y a veces la trama de la película.  Muchas planchas han quemado la ropa, se han rebosado las ollas en la cocina, se han quedado los niños en la escuela y mil otras situaciones han tenido que pasar, aquellos que no han prestado atención a lo que están haciendo y han sucumbido al embeleso de un pensamiento.

Ahora, que pensar esta bien por supuesto. Y pensar bien mucho mejor. Aquí me refiero al pensar obsesivo compulsivo que se apodera de todo, menos de lo que está pasando en el presente. Nos hemos dado cuenta de esos pensamientos ? A menudo son crìticas que jamás diremos a las personas que criticamos, recuerdos de algo que ha pasado, nostalgia por el ayer, ansiedad por saber qué vendrá en el futuro, la vida de los familiares y sus respectivas correcciones, suposiciones propias y ajenas de cómo deberíamos nosotros y los demás vivir la vida, y un sin fin de situaciones que ni son aplicables, ni son útiles, ni nos hacen bien.

Ese tipo de pensamiento se roba nuestra vida. Perdemos la oportunidad de entregarnos a lo que estamos haciendo. Nos priva la posibilidad de contemplar lo que va a nuestro paso. Divagar entre lo que pudo haber sido y no fué o lo que podría llegar a suceder es poco realista y nos quita la vida de ese momento.

Olvidamos dónde están las llaves, dónde dejamos el celular, si cerramos o no la puerta al salir, si dejamos las ollas en el fogón, la cita que no anotamos, por no prestar atención a lo que vamos haciendo en el momento y estar pensando en algo distinto mientras vamos haciendo las cosas.

El punto es, la clase de pensamientos que nos roban la atención. Historias maquiavélicas ?, películas de venganza ?, novelas románticas que nunca sucederán ?, cuentos de hadas ?, ciencia ficción del tercer milenio ?, misiones imposibles de realizar ?, comedias trágicas ?, recuerdos tristes del pasado ?, querer cambiar a alguien ?

Todos esos pensamientos se convierten en sentimientos. A menudo nos sentimos tristes y apesadumbrados, desmotivados y buscamos la razón de nuestro malestar en lo que alguien nos hizo o dejó de hacer. Pero nunca nos damos cuenta que estamos siendo presa fácil de nuestros pensamientos. Y que han sido ellos los que han causado todo ese desorden.

Lo común es hacerle caso al pensamiento. Llega y dice vé, y vas. Dice llámalo y los llamas. Dice come, y vas en busca de algo de comer. Dice es bueno o es malo y lo rechazas o lo aceptas. Pero es sólo un pensamiento  y verlo con claridad nos permite ser consecuentes o rechazarlo.

Hemos traído con nosotros a lo largo de la vida muchos pensamientos aprendidos y les hemos hecho caso a ciegas, sin evaluar conscientemente si son realidad o no. Que los gatos negros son de mala suerte, ha sido un pensamiento que ha causado una enorme matanza de gatos a lo largo de la historia, a los que la naturaleza les regaló por azar ese color.

La invitación hoy, es a que nos mantengamos atentos a nuestros pensamientos y veamos si en verdad vale la pena seguirlos. Darnos cuenta de lo que hay en nuestra cabeza es más importante que lo que haya en la cabeza de los demás. Si preguntas cómo te sientes en este momento, la respuesta estará en la calidad de tus pensamientos. No compremos pensamientos ajemos a menos que nos ayuden a crecer y a fortalecernos.

Si estamos vigilantes a nuestros pensamientos y cambiamos aquello que nos daña, podremos tener otra perspectiva de la vida y hacerla más amable para nosotros y todos los que nos aman.



Que la serenidad y la paz, te acompañen a lo largo del camino, siempre


Anny L.



















No hay comentarios.:

Publicar un comentario