miércoles, 4 de diciembre de 2013

Primer Paso




El primer paso es admitir que tengo un problema. Cuál es mi problema? Que mi vida se ha vuelto ingobernable por de la forma de beber de alguien mas.

Admito que ya agoté todos los recursos para evitar que alguien siguiera bebiendo y que por más esfuerzo que haya puesto de mi parte, nada ha dado resultado y me rindo. La rendición es el proceso de dejar de luchar hasta el cansancio, es aceptar que por más que trate jamás podré cambiar a otra persona, es soltar el problema de mis manos, es encontrar el fondo para poder tomar impulso y poder salir adelante. La rendición me salva la vida. Sólo cuando admito que no puedo y me rindo, empiezan a mostrarse las verdaderas soluciones.

Admitir que en la familia hay problemas de alcoholismo, es el primer paso para encontrar la solución al contagio familiar por alcoholismo. Admitir que yo, que he convivido con alguien que bebe demasiado, estoy afectad@ por su enfermedad, me permite buscar la ayuda adecuada. Admitir que soy incapaz de solucionar el alcoholismo de mi ser querido, me pone en la perspectiva adecuada y abre la posibilidad a pensar que sólo no podré hacerlo.

Para identificar la ingobernabilidad de mi vida, basta con preguntarme con qué frecuencia están presentes en mi diario vivir, emociones como culpa, angustia, obsesión, vergüenza, ira, o miedo y cómo están afectándome. Son más largos los periodos de tristeza que los de alegría? Estoy permanentemente preocupado por lo que hará en su próxima borrachera y cuándo será? Me enojo por cosas sin importancia y me disgusto cuando pierdo el control? Si la serenidad y la paz no son las emociones mas frecuentes en mi vida, es bastante probable que tenga una vida ingobernable.

Los amigos y familiares de las personas con alcoholismo, hemos desarrollado una falsa ilusión de poder interior, con el que creemos que podemos enfrentar todos los obstáculos de la vida y resolverlos. Eso nos hace creer que lo sabemos todo, que lo podemos todo y que somos capaces frente a todas las situaciones de la vida. Así que sentirnos incapaces, reconocernos incapaces y admitir que somos incapaces frente a esta adicción, es un proceso a veces largo y doloroso.

En el proceso de buscar ayuda, ahora estamos dispuestos, en el primer paso, a admitir que solos no podremos lograrlo y esperamos que haya alguien más que ofrezca la solución que tanto hemos esperado. Al llegar a los grupos de apoyo sentimos esperanza al comprobar que muchos otros ya han encontrado la ayuda que hoy nosotros buscamos y que a través del compartir mutuo de sus experiencias, ellos encontraron apoyo e inspiración para empezar a tomar acción.

No hay nada mas grato que saber que no somos los únicos que sufrimos por esta adicción, que no estamos solos en el camino de la búsqueda de soluciones y lo mas importante es ver en otros que sí se puede lograr. Que se puede vivir con calidad a pesar de la enfermedad, a pesar de que siga el consumo o no y a pesar de nuestras dudas.

Por eso, al dar el Primer Paso, empezamos nuestro sendero a la recuperación.

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